Con la idea de hacernos más conscientes sobre el cuidado del medio ambiente, el cambio climático y (por qué no) cómo gastamos el dinero, cada 21 de Octubre celebramos el Día Mundial del Ahorro de Energía, una iniciativa del Foro Energético Mundial que pretende impulsar políticas que ayuden a mejorar la eficiencia y conservar los recursos naturales de los países que se sumen. La Unión Europea alcanzó en 2011 un compromiso en este aspecto con los objetivos para 2030 (eliminación parcial de las fuentes tradicionales de generación, como el carbón) y para 2050, cuando el 100% de la energía creada en el viejo continente deberá ser renovable.

Pero también se pide un compromiso en este sentido por parte de los ciudadanos. El consumo de energías no limpias creció en 2018 y buena parte del aumento se debe al consumo privado. En un día como hoy podemos reflexionar sobre cómo estamos contribuyendo individualmente a mejorar el aire que respiramos, el agua que bebemos y nuestro entorno en general. Es verdad que nada es sencillo y que a veces para transformar las cosas a largo plazo hay que hacer un esfuerzo en el presente, pero seguro que merece la pena.

Nuestra compañera Janire hizo una entrevista en la radio tanto sobre esta fecha como sobre la posibilidad de ahorro energético en las empresas.