Todos los 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una jornada para reflexionar sobre la importancia de utilizar la energía, algo tan vital en nuestras sociedades, de forma racional. Y lo que nos viene a recordar esta fecha es que no se trata de renunciar a la calidad de vida, sino de la obtención de los mismos servicios empleando menos recursos, mejorando los procesos, el uso de productos menos contaminantes, el reciclaje y un consumo inteligente. Porque podemos satisfacer todas nuestras necesidades sin cargarnos el planeta.

 

Una curiosidad

 

En esta página venimos dando muchos consejos para ahorrar energía y seguiremos haciéndolo, pero no los vamos a repetir hoy. Sin embargo, para darnos cuenta de que hasta los más pequeños actos de concienciación son importantes, damos un ejemplo que es una curiosidad:

Cada email que enviamos, recibimos y mantenemos en la bandeja de entrada, –cada uno de ellos–, supone 10 gramos de CO2 anuales emitidos a la atmósfera debido a la energía que consumen los servidores de los centros de datos. Estos centros suponen actualmente más del 2% del consumo energético mundial y su crecimiento es imparable. Así que hacer limpieza en nuestro correo regularmente eliminando emails antiguos que ya no vamos a consultar, vaciando la papelera y el spam y cancelando las suscripciones que no seguimos, puede ser una buena medida de eficiencia energética.

Parece algo insignificante, pero si multiplicamos esos 10 gramos de CO2 por la inmensa cantidad de correos electrónicos que hay circulando por el mundo, –se estima que se envían unos 300 mil millones al día, a los que hay que sumar los que tenemos acumulados en nuestros ordenadores–, y si todos hacemos lo mismo y eliminamos los que no necesitamos, el impacto sería significativo. Es un pequeño gesto pero, como dijo Eduardo Galeano… «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo»