Según el Índice de Prosperidad Económica y Productividad Energética en el mundo se desperdicia un 98% de la energía a causa de los bajos niveles de eficiencia de los sistemas, ya sean domésticos, empresariales, industriales o de transporte. Y también se expresa que, con un ligero aumento de la productividad (del 1,3% actual a, por ejemplo, un 3%), el gasto en combustibles fósiles disminuiría globalmente en más de 20.000 millones de euros anuales y podría llegar a suponer una reducción de un tercio en la factura energética en empresas y hogares. La pregunta es: ¿cómo alcanzar, al menos, ese mínimo incremento de la productividad?

A lo largo de esta web, y en otras, podemos encontrar muchos consejos, recomendaciones e información sobre cómo mejorar nuestra eficiencia energética: domótica, coches eléctricos, iluminación led, autoconsumo fotovoltaico… Pero un recurso menos conocido por el gran público son las asesorías energéticas como Argieder, que ayudan a consumidores, hogares y empresas a tener un mayor conocimiento de cuál es su gasto energético y cómo rentabilizarlo de la mejor forma posible.

Entre las funciones de una asesoría energética podemos encontrar:

  • Ayudan a conocer las posibilidades de ahorro en cada momento: ofertas, tecnologías y optimizaciones de configuración de nuestros sistemas y servicios.
  • Conocen la legislación y la normativa a medida que va cambiando y cómo podemos adaptarnos mejor a ella.
  • Nos informan en cuestión de subvenciones y ayudas y en las gestiones para obtenerlas.
  • Dan información de las mejores oportunidades del mercado y hacen cambios de compañía suministradora sin que tengamos que intervenir en el proceso, para adaptar nuestra tarifa a la más ventajosa del momento.

Y además, en muchos casos, como este último, muchas de estas gestiones pueden ser gratuitas porque el coste lo asume la empresa energética y no el usuario.

Hay que pensar que una asesoría energética siempre está velando porque sus clientes obtengan los mayores beneficios o ventajas posibles frente a las compañías eléctricas, para eso están. Y hay que pensar que su razón de ser y su objetivo final es hacernos ahorrar en uno de los gastos más importantes en una empresa o en un hogar.