Nuestro país se encuentra a la cola de la venta de coches eléctricos en Europa y también en relación a otros países como China y EEUU. Aunque este tipo de vehículos ha llegado para quedarse, parece ser que todavía no se ha instalado en la mente de los conductores la posibilidad de su adquisición, quizás por desconocimiento de sus posibilidades reales.

Sabemos que este tipo de vehículos respetan mejor el medio ambiente, contaminan menos y hacen menos ruido, que ya es una buena ventaja pero, aparte de eso ¿vale la pena comprar un coche eléctrico?Enumeraremos aquí una comparativa de ventajas y desventajas, principalmente en el aspecto económico, en relación a los automóviles que consumen combustibles fósiles.

 

Precio

De partida, los coches eléctricos son una media de 10.000 € más caros que sus equivalentes de combustión. Por otra parte, el gobierno lanzó el pasado junio el nuevo Plan Moves 2020 para ayudar a la compra de este tipo de vehículos. Tomemos como ejemplo un Opel Corsa, un gama media que dispone de ambas versiones. El modelo convencional tiene un precio de partida desde 16.500 €, mientras que el eléctrico, el Opel Corsa-E, cuesta un mínimo de 31.000 €, casi el doble. Con la ayuda del plan Moves II se pueden alcanzar, entregando para chatarra un coche de más de 10 años, los 6.500 € de ayuda, que lo dejaría en 24.500 €, 8.000 € más caro. Por ahora gana la gasolina.

 

Combustible

Recorrer 100 km con un coche eléctrico consume, dependiendo del tamaño, aproximadamente unos 13 kilowatios/hora (kWh), mientras que para su semejante de gasolina o diésel necesitamos el equivalente a 45 kWh. Teniendo en cuenta los precios medios de ambos tipos de energía, para esa distancia el coche eléctrico gasta 1,30 €, mientras que su homólogo gastaría unos 6,5 €: cinco veces más.

 

Mantenimiento

La mecánica de un vehículo eléctrico es mucho mas sencilla que su equivalente de combustible. Ni embrague, ni aceite, bujías… por lo que su mantenimiento es mucho más sencillo. El ahorro en revisiones y reparaciones puede ser de un 30% lo que puede suponer unos 3.000 euros a lo largo de 10 años y 200.000 kilómetros,

 

Autonomía

Es una de las desventajas de los vehículos eléctricos. Un modelo medio tiene una autonomía real de unos 300 kilómetros, que permite un uso diario normal pero dificulta mucho los grandes desplazamientos. Para que esa autonomía sea efectiva y cómoda para el usuario, hay que instalar un punto de carga en el domicilio. Esto puede dificultar mucho las cosas para quien no disponga de garaje, ya sea individual o comunitario. En Argieder tenemos un modelo de cargador de garaje con un precio muy ajustado pero que, junto a su instalación, hay que añadirlo a la inversión inicial.

 

Otras diferencias

Los coches eléctricos disponen de ciertas ventajas, como aparcamiento gratuito en los distintos tipos de zonas azules de las ciudades y plazas especiales con recarga gratuita en las grandes áreas comerciales, que añaden un pequeño ahorro respecto a sus competidores de combustible. También en cuestión de impuestos la balanza se inclina a favor de los eléctricos, con bonificaciones al impuesto de matriculación y de circulación.

 

Conclusión

Nuestra conclusión es… que, haciendo cálculos generales, al final, sumando todas las ventajas y restando todas las desventajas, a medio plazo los coches eléctricos son algo más baratos que los de combustión. Aunque la inversión inicial sea superior, a la larga el coste del combustible y mantenimiento equiparan los dos tipos incluso con cierta ventaja para los eléctricos. Pero es que además contaminan mucho menos. ¿No vale esto la pena?